Contribuir a generar conexiones humanas sanas, seguras y compasivas.
Mi misión se desprende del modelo de terapia que vertebra mi quehacer como psicóloga: La Terapia Centrada en la Compasión.
El corazón de esta terapia, y por tanto de mi misión, consiste en acercarse al sufrimiento humano con la motivación de poder prevenirlo y aliviarlo.
Mi misión está orientada a contribuir a cultivar en la humanidad semillas de paz, amor, entendimiento, cuidado y conexión. A potenciar a través de mí misma, de mis pacientes y del impacto que cada uno de ellos tiene en las personas de su entorno, tal como una cadena de favores, una mente prosocial de cuidado frente a una mente competitiva de rango.
Comprender y transformar el dolor
Mi visión es tratar de poder ayudar a las personas a entender su dolor, comprender de dónde nace este y poder soltar la vergüenza e incomprensión sobre el mismo.
Para ello, trataré de ayudar a las personas que acompañe, a integrar toda su biografía para poder reconciliarse con ellos mismos y con todas sus circunstancias. Desde esta integración, trataré de impulsarles hacia una motivación más genuina de autoayuda, basada en la intención de poder convertirse en la mejor persona posible que quieran ser y tener la mejor vida posible que quieran tener, guiada por sus valores nucleares y no por sus miedos y traumas.
Y en última instancia gracias a todo esto, podrán conectar con todo su coraje y fuerza resiliente, para poder hacer lo que toque hacer, en aras de ponerse en ese camino de autocuidado: tomando decisiones, poniendo límites o atreviéndose a establecer relaciones de intimidad verdaderamente significativas y sanas y liberándose a sí mismos de emociones tales como la vergüenza, culpa y autocrítica.