Estamos contectados
Esta modalidad de terapia la vengo realizando desde aproximadamente el 2012, pero sin lugar a duda, la crisis del COVID 19, la ha relanzado llegando incluso a constituir hoy en día, el cincuenta o incluso sesenta por ciento de mis consultas.
Las personas que optan por esta opción se encuentran a gusto y me comentan como, sorprendentemente, sienten la cercanía e impacto del vínculo terapeuta-paciente, tan importante.
En muchas ocasiones no llegamos a vernos físicamente y sin embargo, el vínculo que se genera es fortísimo, pudiendo llegar a olvidarnos de la pantalla conectando con lo realmente importante.
Yo también estoy gratamente sorprendida de cómo he podido sostener sesiones de alto contenido emocional y cómo he podido sentir que podía recoger, sostener y encauzar a mis pacientes en momentos de gran vulnerabilidad emocional.
¿Cuándo optar por esta modalidad?
Cuando por las circunstancias (personales, familiares, de movilidad…) a la persona le resulta complicado acudir de forma presencial
Por último, este servicio, también hace posible que pueda llegar a personas que residen en otros puntos de España o incluso fuera de ella
Por supuesto, el modelo mixto también es algo que casi se da ya de forma natural. Incluso cuando la elección preferente es presencial, mis pacientes suelen encontrar una ventaja en poder dar continuidad a la terapia, en el caso de que no puedan acercarse por algún motivo (enfermedad, viajes…